En 1521 los conquistadores españoles llegarón a México Tenochtitlan y destruyeron todas las pirámides de los aztecas para construir sus propias catedrales y edificaciones. Hoy en día los edificios más emblemáticos del Zócalo, cómo es conocida la plaza principal, son Palacio Nacional (que por alguna extraña razón nunca se le menciona como "El Palacio Nacional") y la Catedral Metropolitana. Lamentablemente, la catedral ha sufrido de siglos de deterioro, terremotos y la inestabilidad del terreno en donde fue construída, por lo que cada vez se ha vuelto más costoso y complicado mantenerla en estado óptimo y en varias ocasiones ha estado a punto de derrumbarse. Lo que sugerimos aquí es deshacernos de este símbolo de opresión extranjera y abuso religioso impuesto por la hipócrita y dañina Iglesia Católica y construir un nuevo edificio moderno con la forma del Templo Mayor, representando así mejor la herencia azteca del pueblo mexicano.
Mexico Tenochtitlan 1510, Ciudad de México hoy.
El Templo Mayor era la pirámide más importante de la ciudad. Cada una de las dos construcciones que sobresalen en su cima estaban dedicadas a una deidad azteca, la azul a Tlaloc, dios de la lluvia, y la roja a Hutzilopoztli, dios de la guerra.
Vista del Templo Mayor y la magna astabandera del Zócalo.
Vista desde encima de las nubes.
El nuevo Templo Mayor sería, por supuesto, un Sanborns, la cádenas de tiendas y restaurantes más importante de México. Carlos Slim financiaría la mayor parte de la obra.
